Luego de ocho meses de registrar pérdidas consecutivas mensuales de empleo formal en Nuevo León, el sector alcanzó un saldo neto positivo de 493 nuevos puestos de trabajo.
por Esther Herrera de Milenio
El sector de los servicios a nivel nacional y en Nuevo León ha sido uno de los sectores productivos más golpeados por el confinamiento causado por el covid-19.
En septiembre, luego de ocho meses de registrar pérdidas consecutivas mensuales de empleo formal en Nuevo León, el sector de los servicios a empresas, hogares y personas alcanzó un saldo neto positivo de 493 nuevos puestos de trabajo, respecto al mes anterior, según indica un análisis de Coparmex Nuevo León, con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Mientras que, a nivel nacional, el sector de los servicios a empresas, hogares y personas en el noveno mes del año continuó registrando una pérdida neta mensual de empleo formal, Nuevo León pudo revertir esa tendencia.
En Nuevo León, al cierre de septiembre había 362 mil 622 personas ocupadas en el sector de los servicios, de manera formal. Esa cifra representa del total el 22.6 por ciento.
A nivel nacional, en septiembre el número de trabajadores inscritos en el IMSS en el sector de los servicios fue de 4 millones 382 mil 832, este número fue -3 mil 135 inferior al del mes anterior.
En febrero pasado –previo al confinamiento- los servicios empleaban a 4 millones 833 mil 570 de personas en el país, lo que significa que acumula una pérdida de -450 mil 738 puestos de trabajo a nivel nacional.
En Nuevo León, de febrero a agosto la pérdida de plazas laborales en el sector de los servicios sumó un total de -35 mil 039.
Es decir, que de las 51 mil plazas laborales que a Nuevo León le faltan recuperar un 70 por ciento son del sector de los servicios.
Iván Rivas Rodríguez, director de Coparmex Nuevo León, explicó que en el sector de los servicios se encuentran los negocios de atención directa al cliente, como restaurantes, cines, casinos, museos, hoteles, salones de fiestas, centros de entretenimiento, entre otros, de ahí que el confinamiento de las familias perjudicó sus ingresos, y por consecuencia el empleo.
La situación indudablemente se agravó por la falta de apoyos a las empresas para conservar el empleo, es una gran pérdida para las empresas deshacerse de capital de trabajo al que se le invirtió capacitación y más.
Por eso no dejamos de insistir, en que el gobierno federal recapacite y asigne recursos para ayudar a las empresas, que como advierten los datos muchas siguen padeciendo y siendo obligadas a reducir su personal.
Iván Rivas Rodríguez