por Alejandra Mendoza de El Norte
En el primer semestre del año, la inversión física presupuestaria federal registró una caída anual del 17.3 por ciento, en términos reales, la más profunda para un periodo comparable desde la Administración de Ernesto Zedillo, cuando fue de 32 por ciento.
Cifras de la Secretaría de Hacienda detallan que de enero a junio pasados, la Administración de Andrés Manuel López Obrador destinó 272 mil 615.1 millones de pesos a esa partida, contra 329 mil 650.1 millones de la primera mitad del 2018.
“La inversión física presupuestaria en cada uno de los primeros semestres del inicio de las Administraciones federales baja anualmente en términos reales”, apunta un reporte de la Coparmex Nuevo León.
“De entre los rubros de inversión, las peores (reducciones) se han registrado en educación, en un 77.3 por ciento real anual, y en comunicaciones y transportes, en 48.3 por ciento”.
Al gremio empresarial le preocupa la magnitud de la nueva caída y señala que, dadas las condiciones de desaceleración de la economía nacional e internacional, se requiere que el sector público federal revierta la tendencia de la inversión física.
“Por eso, como sector privado, pedimos que la inversión física aumente en el País, para propiciar un crecimiento en la productividad”, señala.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, consideró que la reducción en la inversión física es producto de la decisión de aplicar un programa de austeridad.
La caída en la Administración de Zedillo, recordó, fue producto de la crisis de 1995.
En ese año, refirió, se aplicó un profundo ajuste fiscal, mientras que en la Administración actual la caída obedece a un reordenamiento determinado por el Ejecutivo.
Destacó que la construcción, asociada a la inversión física, tiene vinculación directa con al menos 50 ramas de la economía.
“Trastoca a la manufactura, pero también a los servicios que sirven al sector, como ingenieros, arquitectos, entre otros administrativos.
“El que el sector esté afectado, por ejemplo en las grandes obras de ingeniería civil que realiza el Gobierno, básicamente acaban incidiendo en una gama amplia de la economía”.
Agregó que la caída en la inversión es producto de una decisión de política económica, pero también de la desaceleración que se está observando.
Jesús Garza, catedrático e investigador de la UDEM, indicó que el año pasado los recursos destinados a inversión física representaron el 2.8 por ciento del PIB, cuando en el 2015 alcanzaron a llegar al 4.2 por ciento.
Añadió que existe un subejercicio en los programas de inversión por la cancelación de proyectos como el NAIM.
“Entonces, la perspectiva es que difícilmente se recuperarán en el mediano plazo los niveles que se tenían”.
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