por Alfredo González de El Norte
Monterrey.- Un “grito” de alerta al Gobierno federal para sumarse con empresas y trabajadores en la reactivación económica lanzó el sector patronal de Nuevo León.
“Perdemos ocho empleos cada minuto, por lo que ya es urgente entender que nadie, ni el Gobierno, ni los empresarios, ni los trabajadores, podremos sólos reactivar la economía”, sentenció Óscar de Jesús Martínez Treviño, nuevo presidente de la Coparmex en Nuevo León.
En dos palabras describió la relación del sector empresarial con el Gobierno federal: “Imperativo mejorar”.
El también director de Desarrollo Corporativo de Xignux, y hasta el viernes vicepresidente del organismo, sucedió a Federico Pozas García, quien dejó el cargo ese día durante la asamblea anual de Coparmex Nuevo León.
“Lo nuestro es seguir haciendo propuestas y si a nivel del Gobierno federal, o de la Presidencia de la República, hay cerrazón, pues tendremos que intentarlo con diputados, con senadores, con todas las autoridades que podamos hacerlo”.
En charla con Grupo REFORMA, Martínez Treviño identificó con el creciente desempleo y debilitamiento del Estado de Derecho, riesgos de mayor inseguridad pública y hasta para la paz laboral.
Cuatro ejes tendrá su gestión de dos años: cambios legislativos para la armonía laboral, reactivación económica con apoyo a empresas para cumplir nuevos protocolos, servir de enlace para oportunidades del T-MEC y el Estado Derecho para la inversión y las instituciones.
“La cancelación en Mexicali de una cervecera y lo que está sucediendo con el tema de energía son cosas que verdaderamente dañan la confianza de los empresarios”.
Visualizó también amenazas con las nuevas reglas en la vida sindical que establece el T-MEC, que obligan a las centrales obreras al voto secreto en la elección de líderes sindicales y a que las cuotas sindicales sean voluntarias, además de que a las empresas les prohibe la injerencia en los sindicatos.
“Establecieron mecanismos donde podría haber denuncias sin probar en contra de las empresas mexicanas por parte de sindicatos extranjeros, que podrían dar lugar al inicio de procesos que terminarían en sanciones comerciales”, advirtió.
“Tememos que eso se pueda usar como una medida proteccionista”.
Reveló que con la pandemia por el Covid-19 las empresas enfrentan inspecciones de autoridades sanitarias, para lo cual deberán estar preparadas, y un creciente “home office”, que deberá dar lugar a cambios legislativos para el respeto de derechos y prestaciones en este nuevo entorno laboral.
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