La directora de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Nuevo León, Cecilia Carrillo López, dijo que es un gran logro que las mujeres decidan emprender un negocio, sin embargo, se enfrentan a la normatividad que imponen las instancias federales, lo que desincentiva la formalidad.
Lourdes Flores de El Economista
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Nuevo León manifestó su preocupación de que Nuevo León tiene un porcentaje de informalidad patronal de mujeres más alto que en el promedio nacional y supera al de los hombres en el estado.
De acuerdo con un análisis de Coparmex Nuevo León, que se basa en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, 55% de las mujeres que son patrones en Nuevo León están en la informalidad, superando el porcentaje de los patrones hombres, el cual es del 39 por ciento.
De un total de 23,951 mujeres que son empleadoras, 10,851 lo hacen de manera formal, y 13,100 están en la informalidad.
A nivel nacional, la proporción de mujeres patrones en la informalidad es de 49.3%, el resto lo hacen dentro del sector formal. En total 659,274 mujeres son empleadoras, de las cuales 334,577 operan en la formalidad.
En general, el estado registra una baja tasa de informalidad laboral, pues mientras a nivel nacional el porcentaje de personas ocupadas en la informalidad es de 56.1%, en Nuevo León es del 35.8 por ciento.
Previo a la pandemia, en el cuarto trimestre de 2019, había en el estado 15,660 mujeres empleadoras.
Cecilia Carrillo López, directora de Coparmex Nuevo León, dijo que es un gran logro que haya más mujeres en el estado que decidan emprender un negocio y generen oportunidades de empleo, sin embargo, lamentó que decidan hacerlo en la informalidad.
“No quiero disculpar, porque todo trabajador tiene derecho a que su patrón cumpla con sus obligaciones, pero es una realidad que la normatividad que imponen las diversas instancias federales como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y la Secretaría del Trabajo, entre otras, es cada vez mayor, lo que desincentiva la formalidad de los negocios”.
“Y lo que es peor, las contribuciones patronales y los impuestos, no se ven reflejados en servicios de salud eficientes para los trabajadores formales, ni incentivos para las empresas pymes” advirtió.
Consideró que es necesario crear una política pública que apoye la competitividad y productividad de esos negocios, pero sobre todo que motive su formalidad, y el cumplimiento de las obligaciones patronales.
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