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Presupuesto 2023, genera más dudas y deudas que certezas

Preámbulo

El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) es la propuesta de cómo y en qué se utilizarán los ingresos del gobierno, ingresos que provienen de nuestros impuestos, del cobro de derechos y servicios que prestan las autoridades, pero también recursos que se obtienen por deuda.

Tiene el potencial de ser una palanca para el crecimiento del país o para el empobrecimiento de la población, por eso es tan importante que el PEF para 2023 sea coherente con la realidad que viven las familias y con las necesidades en materia de salud, seguridad, educación e incluso para la vigencia de la democracia en el país.

En esta Señal COPARMEX analizamos los principales rubros de interés social para saber si con el PEF 2023 estamos avanzando o retrocediendo.  

El aumento en el gasto de seguridad privilegia a las instancias militares

En el Presupuesto 2023 se destinan alrededor de 356 mil millones de pesos (mdp) a seguridad, lo que implica un aumento de 7% con respecto al año anterior. Sin embargo, el principal aumento se encuentra en seguridad nacional con un aumento real de 13%, mientras que el aumento para Asuntos de Orden Público y Seguridad Interior es de solo 4%.

En cuanto al gasto que se envía a los estados y municipios (gasto federalizado), 31.6 mil mdp son para seguridad, lo que representa un aumento de 11% con respecto a lo aprobado para 2022. Sin embargo, este monto es 9% menor con respecto al monto destinado en 2019. Esto se explica por la eliminación de fondos etiquetados para seguridad como el FORTASEG. Desde Coparmex, consideramos que la reincorporación de este fondo sería crucial para fortalecer la seguridad municipal ya que los recursos estaban destinados a la capacitación y mejora de equipamiento de policías municipales. El gasto en seguridad, por lo tanto, refleja una profunda disparidad y descuido de los recursos para policías locales; el más claro ejemplo es que sólo 0.4% del presupuesto que se va a estados y municipios, es para seguridad.

El gasto en educación no atiende los rezagos educativos generados por la pandemia

En materia educativa, el presupuesto será de 945 mil mdp que representa alrededor del 3% del PIB. Esto es un incremento real del 5% con respecto a lo aprobado para 2022. Sin embargo, este incremento se centra en Nómina Educativa y en dos programas: La Escuela es Nuestra y los Apoyos a Centros y Organizaciones de Educación. En ambos programas, los informes de la Auditoría Superior de la Federación muestran diversas irregularidades como la dificultad de identificar el destino de los recursos.

A pesar de que se ha profundizado el rezago educativo, el gasto en educación es más bajo del que teníamos previo a la pandemia. Preocupa que para 2023 no haya recursos específicos destinados a resarcir los rezagos de la pandemia en educación básica. En ese sentido, desde Coparmex hacemos un llamado para que se otorguen recursos a la Secretaría de Educación para que lleve a cabo un diagnóstico sólido sobre los rezagos generados a raíz de la pandemia y para que implemente una política pública concreta para revertirlos.

Se reduce el presupuesto de salud para las personas sin seguridad social

En materia de salud, el presupuesto destinado a este rubro será de 893 mil mdp que representa alrededor de 2.8% del PIB. Es un aumento de 4% con respecto al año anterior. A pesar de este aumento, detectamos reducciones en el presupuesto a programas destinados a la población sin seguridad social. Esto es relevante ya que 15 millones de mexicanos quedaron desprotegidos y sin acceso a los servicios de salud tras la desaparición del Seguro Popular y el fracaso del INSABI.  (El porcentaje de la población con carencia por accesos de salud aumentó de 16.2% en 2018 a 28.2% en 2020). En particular, el programa IMSS-Bienestar tendrá una reducción real del 17%, por lo tanto, es un hecho que más mexicanos en 2023 se quedarán sin posibilidad de ser atendidos debidamente.

Por su parte, el presupuesto destinado a medicamentos gratuitos solo aumentará en 0.6%. Además, los programas de prevención del IMSS tendrán una reducción del 10%, y los de la Secretaría de Salud tendrán aumentos mínimos. La pandemia exhibió las carencias de nuestro sistema de salud, por lo que exigimos recursos suficientes para un sistema de salud que permita atender las necesidades preventivas y de atención para toda la población.

El gasto público no está enfocado en promover desarrollo económico y social

La inversión pública será de 1.2 billones de pesos, un incremento real de 15.5%. Sin embargo, esta inversión se ubica en 3.8% del PIB, lejos de la meta de 5% que permitiría detonar inversión privada suficiente para que México cuente con un crecimiento sostenido.

Por desgracia, la inversión pública está concentrada y no atiende rezagos sociales. El 48% de los recursos de inversión pública se destinarán a combustibles y energía, seguido por Vivienda y Servicios a la Comunidad (21%)  y Transporte (17%). Para infraestructura de salud y educación solo se destina el 3% y 2%, respectivamente.

En particular, el 69% de los recursos destinados al Transporte están concentrados en el Tren Maya (143 mil mdp). Esto significa que después de pagar la inversión pública en combustibles y energía y el monto destinado al Tren Maya, solo quedan 40 de cada 100 pesos destinados a inversión para todos los demás rubros esenciales para el desarrollo social y económico del país: hospitales, escuelas, carreteras, puertos, aeropuertos, abastecimiento de agua, entre otros.

Nos preocupa, además, el bajo presupuesto destinado a la dependencia encargada de fomentar el desarrollo económico del país. Después de la caída del 50% del presupuesto en 2022, la Secretaría de Economía tendrá un aumento real de solo 2% en el presupuesto para 2023.

El sector turístico se mantiene en el abandono. A simple vista, los recursos para la Secretaría de Turismo crecen 111%, aunque el 98% del presupuesto estará destinado al Tren Maya. Si observamos los recursos destinados exclusivamente a turismo se reduce en 13%.

La asfixia presupuestal a órganos autónomos limita su eficiencia

Los organismos autónomos son esenciales para el buen funcionamiento de nuestra sociedad y el fortalecimiento de nuestra democracia. Recursos suficientes permiten que cumplan con su misión. Es importante aclarar que  los recursos destinados a los organismos autónomos sólo representan el 2% del gasto total.

En Coparmex nos preocupa la reasignación del presupuesto realizada en la Cámara de Diputados, que reduce en 6.3 mil mdp el presupuesto de organismos autónomos. Las principales reducciones se encuentran en órganos esenciales para garantizar nuestra democracia y velar por el Estado de Derecho: el Instituto Nacional Electoral (- 4.5 mil mdp) y en el Poder Judicial (- 425 mdp). Estos recortes vulneran nuestra democracia y la certidumbre jurídica.

Conclusiones generales sobre el presupuesto

  • Riesgos de recortes ante menores ingresos. En Coparmex identificamos el riesgo que implican los supuestos macroeconómicos que presentó la SHCP para fundamentar los ingresos que espera recibir el gobierno en 2023. En particular, se estima una recaudación con base en un crecimiento económico del 3% del PIB en 2023, ya que esto contrasta con todas las expectativas de especialistas que se encuentran alrededor del 1.5%. La sobrestimación podrá resultar en que el gobierno tenga que  implementar recortes a lo largo del año en el gasto público.
  • El presupuesto es inercial y quedan muy pocos recursos para gastar. Después del pago de la deuda, participaciones a entidades y municipios, pensiones, y el gasto en combustibles y energía solo nos quedan 38 de cada 100 pesos para gastar en todo lo demás: educación, salud, infraestructura, ciencia y tecnología, seguridad, turismo, el campo, cultura, administración pública, entre muchos otros rubros. Deben liberarse recursos para poder gastar mejor, por ejemplo, permitir mayor participación de las empresas en el sector energía liberaría recursos públicos para otros rubros sociales y productivos del gasto. Queremos un sector energético fuerte y sostenible y estamos convencidos que para lograrlo tenemos que trabajar en conjunto.
  • Para que la política pública funcione debe de estar acompañada de presupuesto. No podemos pensar en un México más inclusivo y próspero si no gastamos lo suficiente en temas prioritarios para el desarrollo humano como la salud, la educación y la seguridad.
  • El monto de la deuda pone en riesgo la sostenibilidad de las finanzas públicas. Se prevé un déficit de un billón 134 mil 140 mdp, que será cubierto contrayendo nueva deuda. Se trata del techo de deuda más alto en los últimos 10 años y esto es producto de una mala planeación y ejercicio del gasto. Más aún, ante el contexto de altas tasas de interés, el gasto destinado a cubrir el costo financiero de la deuda tendrá un incremento del 30% con respecto al año anterior y será equivalente a 3.4% del PIB. Desde COPARMEX consideramos que la deuda es útil siempre y cuando se utilice para inversión productiva.

El Presupuesto de Egresos para 2023, por lo tanto, genera más dudas que certezas, no atiende debidamente las prioridades que tenemos como sociedad en materia de salud, alimentación, seguridad y educación; y no solo eso, vulnera la vigencia de nuestra democracia y del Estado de Derecho. Un grave riesgo que advertimos es el de tener que enfrentar más deuda sin que esta se traduzca en inversión productiva. Hacemos un llamado a la Cámara de Diputados y el Gobierno Federal a enmendar el PEF2023 para hacerlo sensible y coherente con los requerimientos de las familias y a aprovecharlo como lo que puede ser, una palanca para el crecimiento del país si es que pone a las personas al centro.

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