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Lic. Oscar de J. Martínez Treviño en XCII Asamblea General Ordinaria: Trabajemos unidos para propiciar certeza, confianza y congruencia

Muy buenos días: 

Agradezco su presencia a las autoridades de los gobiernos federal, estatal y municipal que hoy nos acompañan: 

  • Lic. Alejandro Salafranca Vázquez, titular de la Unidad de Trabajo Digno de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.  
  • Ing. Roberto Russildi Montellano, secretario de Economía y Trabajo de Nuevo León

Agradezco asimismo la presencia de nuestro presidente de Coparmex Nacional, Ing. José Medina Mora; del C.P. Juan José Sierra Álvarez, Vicepresidente Nacional de Centros Empresariales y Federaciones; del presidente de la Federación Norte de Coparmex, Ing. Luis Arizpe Jiménez; así como de los expresidentes de nuestro Centro Patronal: Adán Elizondo Elizondo, Alfonso González Migoya, Carlos Zambrano Plant, Alejandro Guzmán de la Garza, Federico Toussaint Elosúa, Luis Sada González, Alfonso Garza Garza, César Montemayor Zambrano y Federico Pozas García, gracias por conectarse a este evento; su participación es muy importante para nosotros. 

Agradezco también a los empresarios que nos acompañan en esta transmisión, a los señores José Antonio Fernández Carbajal, Juan González Moreno, Rogelio Zambrano Lozano, Juan Ignacio Garza Herrera, entre otros. 

De igual forma, agradezco a los presidentes y directores de los organismos intermedios del sector privado, líderes sindicales, académicos, consejeros de Coparmex y afiliados. 

Estimados asambleístas: 

En junio del año pasado, ustedes me confiaron la presidencia de Coparmex Nuevo León, una institución con más de 90 años de historia, que está comprometida a promover la actividad empresarial como el mejor camino para generar prosperidad en todos los sectores de nuestra sociedad. 

Y fue con gusto que acepté esta encomienda, pues estoy convencido de que una organización empresarial como Coparmex es vital para coadyuvar al desarrollo socioeconómico de nuestro estado. No solo estoy consciente de que, hoy más que nunca, los retos a los que nos enfrentamos como mexicanos nos demandan unidad, también he sido testigo de lo que se puede lograr si enfocamos nuestros recursos, esfuerzos y voluntades hacia objetivos comunes. 

Por ello, tal y como lo pudimos visualizar en el video de nuestro informe, hemos decidido abocarnos a apoyar a las empresas para capacitarse de cara a las nuevas condiciones laborales establecidas por nuestra legislación y el T-MEC; a impulsar la reactivación ordenada de nuestra economía; a fomentar el estado de derecho y la certidumbre jurídica, y a trabajar en la revaloración de la figura del empresario como generador de empleos y bienestar social. 

Estos han sido y seguirán siendo los ejes de enfoque mediante los cuales seguiremos aportando valor a nuestros afiliados y a la comunidad empresarial. 

Todos sabemos que el 2020 fue un año desafiante y el 2021, hasta ahora, no se ha quedado atrás.  Aunque la magnitud de las afectaciones varía, nadie ha estado exento de sus efectos negativos: ni los colaboradores, ni sus familias, ni las empresas.  

A nivel nacional, se perdieron más de 600 mil empleos en el año. En Nuevo León, concluimos con una pérdida neta de alrededor de 22 mil puestos de trabajo formal, siendo el sector de servicios el más afectado.  

En México hemos registrado una caída histórica del PIB como no se había visto en los últimos 90 años y, en el último trimestre del año pasado, perdimos 246 mil negocios. 

A pesar de todos los obstáculos, es digno de reconocer y celebrar que en Nuevo León terminamos el año con un saldo neto positivo de 821 nuevas empresas; lo que nos convierte en el estado líder, a nivel nacional, en apertura de nuevos negocios formales.  

Cifras como estas deben de cumplir con dos objetivos: Las negativas deben abrir nuestros ojos a la realidad y denotar la necesidad de que no podemos quitar el dedo del renglón. Y las positivas, deben brindarnos esperanza de que aún y con un entorno en contra, es posible salir adelante. 

Estamos inmersos en una crisis económica grave que demanda de todos los actores de la sociedad que actuemos con la mayor responsabilidad. Las vidas y el bienestar de millones de mexicanos dependen de ello.  

Necesitamos revertir los nueve trimestres consecutivos de falta de crecimiento. 

Necesitamos dar confianza a la inversión. 

Necesitamos generar más y mejores empleos para dar mayor estabilidad a las personas. 

Estas acciones son más que suficientes para mantenernos a todos ocupados y unidos entorno a un propósito común, no hay espacio ni tiempo para empujar agendas políticas particulares con el solo objetivo de ganar adeptos. Es momento de que juntos privilegiemos iniciativas que reactiven con fuerza a nuestro país, en lugar de condenarlo a una recuperación más lenta o al franco decrecimiento. 

Resulta inadmisible que, a pesar de la abrumadora experiencia internacional, en México nos hayamos empeñado en escatimar el apoyo a las empresas que sabemos son la fuente más eficiente para la generación de empleos formales que tanto requiere nuestro país.  

Lo anterior a pesar de existir propuestas viables como la de los “Remedios solidarios”, que plantean un esquema de participación tripartita en el que trabajadores, gobierno y empresas se unan, con el fin de preservar empleos en esta crisis.  

México requiere que trabajemos en conjunto, mediante diálogos y consensos que nos permitan afrontar y brindar soluciones a nuestros principales retos. Si queremos llevar este barco a buen puerto, debemos remar todos y hacerlo en el mismo sentido. 

Es imperativo que impulsemos la reactivación económica de nuestro país pues el bienestar de millones de familias mexicanas depende de ello.  

Aquí en Nuevo León, ustedes lo han constatado, hemos procurado e insistido en la apertura de los negocios. Los dueños de establecimientos han puesto de su parte desde que esta crisis empezó y, con las debidas medidas de precaución, es necesario que aprendamos a coexistir con esta pandemia sin tener que recurrir al tan dañino cierre de la economía. Sabemos que las vacunas serán la solución final de esta pandemia y por ello el sector empleador está listo para trabajar de la mano con el gobierno en una estrategia que sea eficiente de vacunación. 

Por otro lado, necesitamos impulsar la certidumbre jurídica que aliente la creación de más empresas, el crecimiento de las ya existentes o la llegada de más inversiones para diversificar o potenciar nuestros sectores económicos. Es momento de eliminar barreras, no de crear nuevas.  

Según nuestra última encuesta de DATA Coparmex, a nivel nacional, solo el 37% de nuestros socios considera que es un buen momento para invertir. 

La inversión privada es un componente crítico para el crecimiento de la economía. Sin confianza, esta no puede prosperar. 

De allí que las posturas como la asumida con la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, aprobada por el Senado el día de ayer, sean tan dañinas.

¿Cómo puede entenderse que se opte por generar energía más cara y más contaminante, que además afecta la competitividad de las empresas y por ende, a la inversión y al empleo?  

Alarma la insistencia por este tipo de medidas fundamentadas en ideologías que buscan satisfacer posiciones políticas más que las verdaderas necesidades de la nación. 

El entorno nacional e internacional ya es de por sí errático, ¿por qué insistir en auto sabotearnos? 

En el rubro laboral también tenemos retos importantes. Por mencionar algunos, está la implementación de la reforma laboral y la adaptación de las empresas para el cumplimiento de las obligaciones derivadas del T-MEC. 

Mientras nos esforzamos por acoplarnos a estos cambios, ahora se suma las limitaciones que se pretenden establecer a la subcontratación, una figura que otorga flexibilidad a las empresas y a los trabajadores, aportando competitividad al país. Su cancelación representaría riesgos importantes en materia de inversión y pérdida de empleos formales. 

¿Por qué restringir un mecanismo legítimo, avalado por la Organización Internacional del Trabajo en lugar de atacar las malas prácticas o los abusos donde existan?  

No podemos guardar silencio cuando lejos de aligerar la carga al sector productivo —contrario a las prácticas que se llevan a cabo en el resto del mundo— en México se crean más y más trabas para la generación de empleo. 

Lo anterior, se agrava cuando se consideran también los esfuerzos sistemáticos para debilitar a las instituciones y órganos autónomos como el Banco de México, el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Nacional de Acceso a la Información.  

Todas ellas abonan pluralidad, transparencia, autonomía y legalidad, pilares indispensables para el correcto funcionamiento de cualquier democracia.  

A su vez, difícilmente podremos avanzar en el combate a la corrupción, si no fortalecemos el estado de derecho y el respeto a las instituciones. 

La corrupción no se acaba por decreto o porque aseguremos que ya no existe. Se combate con instituciones fuertes y respetadas, con acciones claras y contundentes, con políticas públicas eficientes y organizaciones decididas. En fin, se requiere de una ciudadanía honesta y proactiva, que fomente la participación de todos. 

Qué más quisiera que el tono de este mensaje fuera más positivo, pero la realidad es otra. La situación de nuestro país es delicada y corresponde a cada uno de nosotros asumir su responsabilidad, conscientes de que el país no cambiará solo. 

Necesitamos fortalecer los organismos de representación empresarial que defienden el desarrollo de la actividad económica, partiendo de que la generación de empleos es el mejor camino para acabar con la pobreza y que el trabajo digno contribuye a impulsar el desarrollo de las familias. 

Este año electoral es clave, pues habrá más de 20 mil cargos de elección en juego, incluyendo 500 diputaciones federales y 15 gubernaturas. 

En democracia, la herramienta más poderosa que tenemos para expresar nuestra satisfacción o insatisfacción es el voto.  Este es un derecho, pero también representa una obligación cívica. Debemos ejercerla con seriedad, informándonos, comparando y decidiendo responsablemente. 

Está en nosotros no sólo hacer uso de esta herramienta democrática, sino también de ser promotores del voto informado en nuestro radio de influencia. 

En Coparmex Nuevo León refrendamos nuestro compromiso por representar y defender los legítimos intereses de los empleadores de Nuevo León. Queremos convertirnos en el mejor aliado de las empresas y seguiremos trabajando para ello. 

Consideramos que en la medida de que haya más y mejores empresas, creceremos como sociedad gracias al trabajo digno y bien remunerado que contribuye a mejorar la calidad de vida de las familias, y por ende, a una sociedad más prospera.  

Precisamente, para fortalecer nuestra labor de representación y contribuir más enérgicamente al cumplimento de nuestra misión, este año hemos decidido crear tres nuevas vicepresidencias: 

La Vicepresidencia de Relaciones Institucionales y Gobierno que estará a cargo de Eduardo Coronado Quintanilla, y tratará los asuntos de vinculación con autoridades estatales y municipales, así como las representaciones. 

La Vicepresidencia de Sustentabilidad y Crecimiento que será liderada por Pedro Rivero González, y se enfocará en las Comisiones de Trabajo, el desarrollo institucional y la membresía. 

Y la Vicepresidencia de Vertebración / Enlace con la Confederación y los Centros Empresariales que estará encabezada por Vidal Garza Cantú, y trabajará en relación con los organismos cupulares, los centros de otros estados y los proyectos estratégicos nacionales. 

Les doy las gracias a nuestros tres nuevos vicepresidentes por aceptar esta nueva responsabilidad. Sé que, con su experiencia y dedicación, se convertirán en un activo imprescindible para nuestra institución y la consecución de nuestros objetivos. 

Claramente hay mucho trabajo que hacer y a través de Coparmex Nuevo León, con el apoyo de nuestros socios, sé que podremos influir positivamente en las principales áreas de acción que nos conciernen. 

2020 fue un año demandante y complicado. Muchísimas personas perdieron la vida a causa del coronavirus y muchísimas otras más perdieron su trabajo y sustento. Sin embargo, también ha sido un año que nos ha demostrado de qué estamos hechos y hasta dónde podemos llegar si somos solidarios unos con los otros. Este año ya inició de forma compleja, pero debemos ver hacia el futuro con esperanza. 

Se trata de trabajar juntos por el bien común, promoviendo más y mejores empresas comprometidas con sus colaboradores, con la responsabilidad social y la prosperidad de México. 

Alguna vez leí que: “La cooperación es la convicción plena de que nadie puede llegar a la meta si no llegamos todos juntos”. 

Se trata de trabajar unidos para propiciar certeza, confianza y congruencia, pues estos elementos generan entornos favorables para la inversión, la innovación, la creación de empleos de valor agregado, y con ello, bienestar económico para nuestro país. 

En resumen, se trata de crear una sociedad más equitativa para todos. Sé que posible, y sé que juntos lo podemos lograr.  

Agradezco nuevamente su presencia en el evento que hoy nos reúne. Espero que lo que hayamos conversado hoy, fortalezca su convicción en el trabajo que realizamos en Coparmex y los motive a redoblar esfuerzos, y sobre todo, a perseverar ante la adversidad. Nuestro país nos necesita y está en nosotros responder a su llamado. 

Gracias por su atención.  

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