- Impulsa la Confederación el Modelo de Desarrollo Inclusivo, que propone cambiar el enfoque de los programas sociales, avanzar en la economía circular y que las empresas sean el motor para enfrentar los desafíos del país.
- Favorecer el diálogo, romper con la desigualdad estructural y trabajar en la inclusión, los temas relevantes del evento.
Con el objetivo de robustecer el Modelo de Desarrollo Inclusivo (MDI) desde la aportación social, el ámbito gubernamental y la experiencia internacional, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), José Medina Mora Icaza participó en el diálogo “El Modelo de Desarrollo Inclusivo; del imperativo ético a la prosperidad de todos”, organizado por la Red GlobalÉthik.
En su intervención, el presidente de la patronal explicó que el MDI es un modelo en construcción que consta de 20 puntos y tres ejes: estado democrático y de derecho, desarrollo inclusivo y sostenible y políticas económicas de mercado.
Como parte de su argumento principal para impulsar el diálogo y promover los cuestionamientos que enriquezcan la iniciativa empresarial, compartió tres reflexiones en torno al desarrollo social, desarrollo ecológico sustentable y el papel de la empresa como vehículo de cambio.
Con relación al desarrollo social consideró que ante la disyuntiva de “enseñar a pescar o dar el pescado”, se debe cumplir con ambas situaciones “dar el pescado mientras se enseña a pescar” por lo que debemos de trabajar para lograr un cambio en el objetivo de los programas sociales para que en lugar de que se distribuya dinero para quienes están en condición de pobreza, se trabaje para que estas familias puedan salir de esta circunstancia.
Por otra parte, calificó como primordial pasar de la economía lineal a una economía circular donde la humanidad se haga responsable por el daño ecológico y por el cambio climático “en el MDI son fundamentales el desarrollo social y el desarrollo ecológico sustentable, eso es lo que le da fondo y forma al MDI”.
En su tercera reflexión subrayó que independientemente de las acciones gubernamentales, el MDI plantea que existen desafíos que enfrentan México y el mundo que se pueden resolver desde la empresa, como son la pobreza educativa, la pobreza alimentaria, la pobreza patrimonial, la pobreza de salud y la pobreza financiera.
En las reflexiones generales destacó que la fortaleza del modelo radica en la posibilidad de que todos participen en su construcción y en el abordaje que realiza acerca de las libertades, como la de expresión, la de emprender y la de educar, puesto que estas tienen impacto en el impulso de la democracia, en el desarrollo de la economía y en la generación de empleos mejor pagados.
Dijo que otros de los planteamientos clave del MDI son la libre competencia y el combate a la corrupción y la seguridad; que, si bien el Estado tiene como mandato constitucional proveerla, es también responsabilidad de la sociedad, coadyuvar a ese fin.
De acuerdo con el moderador del encuentro, Alberto Equihua, este diálogo destaca los aspectos clave para el desarrollo inclusivo de las sociedades en Latinoamérica para avanzar “no solamente a un futuro deseable, sino, definitivamente, mejor que nuestro presente”.
Por su parte, Luis de la Peña, en representación de GlobalÉthik, explicó la relevancia de contar con espacios de diálogo para difundir contenido ético -como es el desarrollo inclusivo- con el que la red se identifica plenamente y se compromete a darle difusión, especialmente esta iniciativa que reviste un particular significado de colaboración entre ambas instituciones.
En la primera ronda del diálogo, los participantes Tatiana Clouthier, secretaria de Economía de México, Ricardo Márquez, presidente de la SIN de Perú, Antonio Sánchez Díaz de Rivera, presidente del Comité Promotor del MDI, y Roberto Vélez Grajales, director ejecutivo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, coincidieron en que es sustancial preservar la libertad de expresión y ampliaron la discusión hacia la libertad de poder ser y de poder hacer.
Al respecto, Tatiana Clouthier consideró como acertado e importante que el MDI aborde las libertades en general y subrayó “creo que de alguna manera la libertad de expresión es uno de los principios básicos en los que tendríamos que estar plasmando la vida de cualquier nación”.
En cuanto a la experiencia internacional, Ricardo Márquez aseguró que la libertad de expresión en Perú, es hoy por hoy, el mejor activo con que cuenta su país, mientras que Antonio Sánchez Díaz de Rivera se pronunció por lograr que el MDI se convierta incluso en un movimiento y propuso que, ante la preocupante polarización, la discusión se centre en cómo lograr una visión compartida, en cómo dialogar para aceptar las diferencias y avanzar hacia el fortalecimiento del MDI.
Los ponentes profundizaron en aspectos como la polarización del país, de la cual, se dijo, es importante saber cómo se llegó a ella para que, a partir de ese punto, la discusión se lleve a un área más constructiva.
En la plática, se habló acerca de la relevancia de romper con problemas de desigualdad estructural y coincidieron en la importancia de promover la movilidad social para tener mejores bases para el diálogo, la búsqueda de acuerdos y objetivos comunes.
Para finalizar, todos los participantes compartieron en la sección de “cosecha” los puntos medulares que les dejó el diálogo GlobalÉthik respecto al MDI, tales como: lo valioso de las alianzas, la necesidad del diálogo y el rompimiento de la polarización; lo trascendental de entender los cambios en el mundo y trabajar en la inclusión, a la que Antonio Sánchez Díaz de Rivera, definió, entre otras, como “buscar el bien común que significa libertad, justicia, estabilidad, gobernanza y paz”.
En su intervención de cierre, José Medina Mora reafirmó el papel de la empresa como vehículo del cambio y como una comunidad de vida y de trabajo e insistió en los puntos del MDI abordados durante el diálogo, como la importancia de la libertad de expresión, el modelo como un generador de esperanza, el cambio en la educación para romper esquemas y lograr que exista libertad para expresarse y disentir.
Por último, José Medina Mora Icaza se pronunció por la implementación de mejores prácticas de recursos humanos en la empresa para abrirle las puertas al talento y reiteró: “ante los desafíos, México nos necesita a todos y nos necesita unidos”.