Escrito por Oscar Martínez Treviño, Presidente de Coparmex Nuevo León, para Milenio Diario.
México es un país con un enorme potencial ya que tiene la fortuna de contar con envidiables atributos, incluyendo entre muchos otros, la abundancia de sus recursos naturales, la amplitud de sus litorales, la riqueza de su diversidad cultural, una vibrante curva demográfica y su enorme frontera con el mercado más grande del mundo.
Sin embargo, para sacar todo el potencial que tiene nuestro país, se requiere como condición indispensable que todos los mexicanos trabajemos juntos, en paz y en la misma dirección. Tarea titánica si tomamos en cuenta la preocupante tendencia histórica que tenemos los mexicanos de perder el tiempo en divisiones internas sin sentido. Contra esta tendencia autodestructiva, sólo hay un antídoto y se llama democracia.
Pero no cualquier democracia, sino una de tiempo completo, que comience con el ejercicio del derecho de voto pero que no se acabe ahí, sino al contrario, que a partir del voto comience una estricta vigilancia ciudadana que asegure el cumplimiento de los compromisos de campaña y la rendición de cuentas de los gobernantes.
Hay que recordar que los países como las personas, se encuentran en constante evolución y desarrollo por lo que no son algo acabado sino en constante construcción. De esta manera, los países pueden ser cada día más democráticos, en el extremo positivo, o cada día más autocráticos en el lado opuesto. ¿De qué depende que se logre uno u otro extremo?, depende única y exclusivamente de sus ciudadanos. Depende de que los ciudadanos ejerzamos a plenitud la democracia antes, durante y después de la jornada electoral.
Este año en México viviremos las elecciones más grandes y complejas de la historia en nuestro país. 95 millones de mexicanos tendremos el derecho y la responsabilidad de elegir más de 20 mil cargos de elección popular a lo largo y ancho del país, incluyendo 15 gubernaturas y 500 diputaciones federales. Todo esto lo deberemos hacer en medio de la pandemia más delicada que el mundo haya vivido en los últimos 100 años.
Tradicionalmente la participación de los mexicanos en las elecciones intermedias ha sido baja. En los últimos 30 años sólo en 1991 y 1997 se sobrepasó una participación del 50 por ciento. Nuestro país demanda que rompamos esta tendencia. Es muy bueno que en los últimos 30 años los mexicanos hayamos logrado construir un sistema electoral en donde todos los votos cuentan. Sin embargo, ahora el reto va más allá. El reto es que logremos romper el abstencionismo, un lujo que los mexicanos no podemos darnos.
Desde Coparmex hemos lanzado la campaña #ParticipoVotoExijo que busca precisamente que tengamos una democracia de tiempo completo. Esta campaña cuenta con 4 ejes principales:
Campaña del voto razonado;
Establecer observadores electorales a lo largo y ancho del país. Nuestra meta será contar con al menos 2 mil observadores coordinados por nuestros 68 centros empresariales;
Organización de 15 debates ciudadanos en las entidades donde se elegirá gobernador y 1 debate ciudadano para diputaciones federales, y
La emisión del “Manifiesto México”, un documento que integra los principales temas ciudadanos de interés para nuestro país, buscando que los candidatos a ocupar cargos de elección popular se comprometan a su implementación en caso de ser electos.
Este 6 de junio tendremos la oportunidad de avanzar nuestra democracia. La alternativa, que implicaría un retroceso, no es opción. México requiere demócratas comprometidos y de tiempo completo. El llamado está hecho y de cada uno de nosotros depende responder, ¿Tú qué dices?
