Preámbulo
El inicio del 2022 está siendo muy complicado para millones de familias mexicanas. Los contagios acelerados y masivos por la variante Ómicron, y sus implicaciones para la actividad económica, se sumaron a un contexto de inflación elevada. Si bien se han recuperado los empleos perdidos tras el 2020, aún tenemos un rezago de cerca de 2.2 millones de empleos que se debieron de haber generado para cubrir la demanda de jóvenes que se incorporan al mercado laboral.
En COPARMEX nos preocupa seriamente que se vea comprometido el bienestar de las familias, por eso en esta Señal analizamos los principales elementos que están complicando el panorama económico y los rubros donde la colaboración entre el sector privado y el gobierno pueden generar crecimiento.
Retos y expectativas
La confianza empresarial mostró en enero una caída en los tres sectores que mide el INEGI (manufactura, comercio y construcción). En particular, el sector comercio registró la mayor caída (-2.6 puntos) y el sector manufacturero hila dos caídas consecutivas.
Más aún, las cifras del sector automotriz, uno de los más importantes por considerarse un indicador de la fortaleza de nuestra economía, reflejan que aún persisten problemas con las cadenas de suministro y la escasez de insumos. En enero, las ventas (-3.8%), producción (-9.1%) y exportación (- 3.1%) de vehículos ligeros mostraron reducciones anuales.
Por su parte, la inflación para enero se ubicó en 7.07%, la más alta para un mes de enero desde 2001. En particular, los alimentos y bebidas tuvieron un incremento del 11.91% con respecto al año anterior, lo que refleja las afectaciones que han tenido los bolsillos de las familias en esta cuesta de enero.
Las cifras recientes sobre el cierre del 2021 muestran un freno a la recuperación económica. La economía decreció (-)0.1% durante el último trimestre del año, con lo que sabemos que el crecimiento para todo el año fue del 5%. Sin duda, esto nos deja lejos de poder recuperar la caída del 8.4% que experimentamos en 2020 y nos ubica en niveles de actividad económica similares a 2016.
Todo este panorama ha ocasionado que recientemente se reduzcan las perspectivas de crecimiento para el país. Particularmente, el Fondo Monetario Internacional redujo de 4% a 2.8% su perspectiva de crecimiento para 2022. Actualmente, el consenso de las expectativas se encuentra entre 2.0 y 2.5%, mientras que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público estimaba un crecimiento de 4.1%.
Dos elementos en los que debemos trabajar de la mano gobierno y empresas
Frente a este escenario adverso no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Hay dos elementos que debemos atender:
Es urgente incentivar la inversión:
▪ La reciente iniciativa de Reforma Eléctrica se ha convertido en una señal que afecta la certidumbre y la confianza en nuestro país. El resultado es que sin haberse aprobado está inhibiendo la inversión.
▪ La inversión fija bruta retrocedió (-)0.1% en noviembre con respecto al mes previo, con lo que se hilan tres caídas mensuales consecutivas.
▪ Lo realmente preocupante es que la inversión ha mostrado señales de debilitamiento desde finales de 2018, se profundizó con la pandemia y se agrava con las decisiones del gobierno.
Debemos recuperar el empleo de forma homogénea y suficiente:
▪ En enero se generaron 142,271 empleos de trabajadores asegurados en el IMSS, la cifra más alta para un mes de enero desde que inició el registro. Especialistas lo atribuyen no a una mejora estructural sino a la renovación de contratos de personas que estaban subcontratadas.
▪ Además, la realidad regional es muy diversa. Hay 12 entidades que aún se ubican por debajo de los niveles de empleo que había previos a la pandemia, entre los que destacan: Quintana Roo, Guerrero y Ciudad de México.
▪ Más aún, hay sectores como el de alojamiento temporal (hoteles) que están lejos de poder recuperarse y que en enero volvieron a perder empleos.
▪ Se estima un rezago de alrededor de 2.2 millones de empleos para cubrir la demanda de los jóvenes que se han incorporado al mercado laboral en este periodo de recuperación.
▪ Por lo tanto, es claro que se requiere un esfuerzo conjunto entre gobierno y empresas para que haya más inversión nacional, y se manden las señales correctas al mundo para atraer inversión extranjera.
Plan de Reactivación Económica
Celebramos que la Secretaría de Economía haya presentado una actualización al Plan de Reactivación Económica que incorpora propuestas hechas por el sector privado que podrán mejorar las perspectivas de crecimiento para el país. Principalmente destacamos:
▪ El fortalecimiento de las cadenas de suministro en sectores estratégicos que nos permitirá aprovechar el dinamismo de la economía de Estados Unidos.
▪ El trabajo en conjunto con los organismos empresariales para crear estímulos y condiciones para la atracción de inversión nacional y extranjera de calidad.
▪ El impulso a la diversificación comercial para lograr que las exportaciones mexicanas lleguen a nuevos mercados y que ampliemos la gama de productos que exportamos.
▪ La simplificación regulatoria y la implementación de un expediente electrónico empresarial para acelerar los trámites y procesos burocráticos.
▪ Sobre todo, celebramos que el plan de reactivación tenga un enfoque especial en la MiPyMEs del país con programas especiales de capacitación para el impulso de su productividad y la participación de Nacional Financiera para detonar oportunidades de financiamiento.
Nuestro llamado
En COPARMEX tenemos un principio claro: Nadie es mejor que todos juntos. Si queremos revertir la situación de estancamiento, el déficit en el número de empleos, la creciente inflación y la falta de inversión tan necesaria, debemos identificar coincidencias, incrementar el diálogo y actuar con generosidad en el sector público y en el sector privado.
Es momento de identificarnos como aliados y complementarnos. Deseamos que México crezca por encima del 4%, creemos que el Plan de Reactivación Económica recién anunciado por la Secretaría de Economía es un primer y gran paso, hay mucho más qué hacer, pero significa ir en la ruta correcta.
En la Confederación sabemos que México requiere apostar por una Economía de Mercado con Desarrollo Inclusivo porque no basta con generar riqueza, sino lograr que se distribuya de forma correcta, justa y que permita que quienes hoy no tienen oportunidades (en especial, las mujeres y los jóvenes) cuenten con ellas. Este 2022 queremos que sea el año en el que logremos vencer a la adversidad poniéndonos de acuerdo y trabajando para que las decisiones económicas se alejen de toda ideología y adopten un rostro humano.