- Desde 2016 Coparmex ha promovido la implementación de una Nueva Cultura Salarial.
- La propuesta de Coparmex plantea que el salario mínimo para 2022 se ubique entre $170.04 y $172.87.
- Esta propuesta es responsable y busca elevar el bienestar de las familias sin propiciar una mayor inflación.
Para lograr el desarrollo del país es fundamental atender el ingreso de las familias, por ello, desde la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) hemos impulsado el incremento del Salario Mínimo General para lograr que el ingreso de dos personas que trabajan en la formalidad sea suficiente para mantener a una familia promedio mexicana.
Con la propuesta de la “Nueva Cultura Salarial”, que impulsamos desde el año 2016 y que no encontró las condiciones para llevarse a cabo en ese momento, buscamos que una familia de cuatro integrantes, en la que dos trabajan, todos tengan acceso a la canasta básica alimentaria y no alimentaria definida por el CONEVAL con el ingreso proveniente de estos dos salarios mínimos. Ello permitirá que las familias puedan satisfacer sus necesidades de alimentos pero también cuenten con condiciones indispensables de transporte, cuidados personales, educación, vestido y esparcimiento.
El primer logro de la Nueva Cultura Salarial fue en 2016, con la introducción del Monto Independiente de Recuperación (MIR). De tal manera que el incremento se compone de una parte porcentual y una cantidad fija. Esta herramienta permite hacer incrementos absolutos y no porcentuales al salario mínimo, reduciendo los posibles efectos inflacionarios.
Durante 2018, como parte de las acciones de Coparmex para lograr el compromiso de los aspirantes a puestos de elección popular con la sociedad, los convocamos a sumarse al “Manifiesto México”, que incluía diversas propuestas estratégicas, entre las que se encontraba elevar el Salario Mínimo General para cubrir en su totalidad la línea de bienestar individual definida por el CONEVAL; compromiso que fue aceptado por el entonces candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
Una vez concluido el periodo electoral y con la llegada de la nueva administración federal, la primera coincidencia entre el sector patronal y el Gobierno de México fue elevar el Salario Mínimo General. Para 2019, a través de un acuerdo tripartito histórico, se logró que el salario mínimo cubriera la línea de bienestar individual, y con ello alcanzamos un hito más de la Nueva Cultura Salarial: ningún trabajador en la formalidad viviría en condición de pobreza.
Después de los aumentos que se dieron para 2020 y 2021, el salario mínimo ya supera en 24 por ciento la línea de bienestar individual, pero aún está por debajo de la línea de bienestar familiar que hoy representa seis mil 958 pesos mensuales.
En ese sentido y en estricto apego a nuestro compromiso social para elevar el poder adquisitivo del salario, consideramos que el Salario Mínimo General para 2022 debe de ubicarse entre los $170.04 y $172.87 pesos. Esto implica un aumento de entre el 7.5 y 8 por ciento correspondiente al componente inflacionario y un Monto Independiente de Recuperación (MIR) de entre $15.75 y $19.11 pesos.
Nos parece relevante aclarar que, por lo que hace al resto de los salarios, el incremento debe darse sólo con base en el componente correspondiente a la inflación, para mantener su poder adquisitivo, pero sin generar presiones inflacionarias, es decir, un aumento de precios que pudiera dañar la economía de las y los trabajadores y sus familias.
Adicionalmente, desde Coparmex, hemos invitado a las empresas a que no esperen el incremento del salario mínimo, sino que en la medida de sus posibilidades paguen a sus colaboradores, por lo menos, el salario correspondiente a la línea de bienestar familiar.
Sabemos de la disposición del actual Gobierno para encauzar el diálogo en torno a esta propuesta emanada del sector empresarial, misma que va en línea con la política de atender a los sectores más vulnerables de la población.
La evidencia muestra que los esfuerzos por aumentar el salario mínimo han tenido impactos tangibles en materia de reducción de pobreza. A partir de la introducción de la Nueva Cultura Salarial, la pobreza laboral, que se refiere al porcentaje de población ocupada que no cuenta con ingresos suficientes para cubrir la canasta alimentaria, pasó de 42 por ciento en 2016, al 36 por ciento en el primer trimestre de 2020 (previo a la llegada del COVID-19).
Por ello, desde Coparmex reiteramos nuestro compromiso con los colaboradores y seguiremos impulsando con determinación una Nueva Cultura Salarial que les permita a todas las familias que integran las empresas de México tener una mayor calidad de vida.