
● Es necesaria una campaña de México a nivel internacional ante la alerta de viaje de EE. UU. que señala riesgo de terrorismo en 30 estados. La clasificación no refleja la realidad de la mayoría del país.
● El turismo es motor de empleo y desarrollo regional que debe blindarse ante riesgos de percepción.
El pasado 12 de agosto, el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió una alerta de viaje para México que incluye un riesgo de terrorismo en 30 entidades federativas, una medida basada en la clasificación de ciertos grupos como organizaciones terroristas. Esta decisión ha generado inquietud ante las interpretaciones erróneas que podrían afectar gravemente uno de los pilares económicos más importantes del país: el turismo.
Desde la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) y el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) consideramos que la inclusión del término “terrorismo” en esta alerta no refleja con precisión la situación de la mayoría de los estados mexicanos. Si bien reconocemos que en diversas regiones persisten retos significativos en materia de seguridad y episodios de violencia, equipararlos con actos terroristas implica una caracterización desproporcionada que puede distorsionar la percepción internacional. Tal narrativa podría influir de manera directa en las decisiones de viaje de y podría minar la confianza de inversionistas y operadores turísticos globales.
El impacto económico de una alerta de este tipo no puede minimizarse. Esta alerta podría desincentivar la llegada de turistas internacionales y afectar a la economía, ya que el turismo representa un pilar estratégico para el desarrollo del país. En 2023, de acuerdo con INEGI, el Producto Interno Bruto (PIB) turístico alcanzó 2.5 billones de pesos, equivalente al 8.6% del PIB nacional, con un crecimiento real de 4.4% frente al año anterior. Adicionalmente, este sector genera 4.9 millones de empleos, el 9.2% del total nacional, con cifras al primer trimestre de 2025 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI.
El dinamismo del sector es evidente: según datos del INEGI, en junio de 2025 ingresaron a México 11.5% más visitantes internacionales respecto al mismo mes del año anterior. Además durante el primer semestre del año, ingresaron al país 23.4 millones de turistas internacionales, cifra 7.3% superior a la registrada en el mismo periodo de 2024 y 6.2% por encima de la alcanzada en 2019, antes de la pandemia. Estas cifras muestran que el turismo mantiene un comportamiento positivo que debe protegerse de cualquier factor que pueda frenarlo, especialmente de percepciones erróneas que afecten su reputación.
Sin embargo, se observan señales de desaceleración en la llegada de turistas internacionales por vía aérea, que registró una disminución de 2.9% en el primer semestre de este año comparado con el mismo periodo de 2024. En este contexto, resulta esencial proteger al turismo de cualquier factor que pueda frenarlo, en especial de percepciones erróneas que dañen su reputación.
El impacto no se limita a las grandes cadenas turísticas, sino que afecta de manera directa a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), que constituyen más del 99% de los negocios vinculados al sector. Hoteles exclusivos, restaurantes familiares, agencias de tours locales, transportistas y artesanos dependen en gran medida de los flujos de visitantes extranjeros. Una disminución significativa en la llegada de turistas pondría en riesgo su operación diaria, limitaría su capacidad para sostener empleos formales y reduciría ingresos que, en muchos casos, son la base económica de comunidades enteras.
Es fundamental que las autoridades responsables implementen de inmediato una estrategia coordinada de comunicación y relaciones públicas para contrarrestar los efectos de esta alerta. Esta respuesta debe transmitir con claridad que los destinos turísticos de nuestro país son seguros y están libres de amenazas terroristas en el sentido internacional del término. La difusión debe aprovechar todos los canales disponibles: medios digitales, prensa internacional, redes sociales y embajadas, con mensajes respaldados por datos verificables que fortalezcan la confianza en México como destino de viaje.
A la par, urge reforzar las acciones para garantizar la seguridad de residentes y visitantes, mediante operativos coordinados, inversión en infraestructura de vigilancia y fortalecimiento del Estado de Derecho, asegurando que la ley se cumpla de manera efectiva en cada región del país.
Proponemos que el Gobierno de México implemente una campaña internacional de promoción comercial y relaciones públicas, acompañada de un plan de manejo y gestión de crisis, que proyecte una imagen sólida, confiable y competitiva de nuestros destinos. Esto debe incluir la prevención y atención oportuna de eventos que puedan dañar la percepción de México en mercados clave como Estados Unidos, Canadá y Europa.
El turismo debe ser considerado una actividad prioritaria del Estado, no únicamente por su peso económico, sino por su capacidad para detonar el desarrollo regional y generar oportunidades de empleo formal. Su protección implica blindarse frente a riesgos de percepción que, aunque infundados, pueden tener efectos reales y duraderos sobre la economía. Asegurar su continuidad y crecimiento es proteger millones de empleos y fortalecer la confianza de quienes apuestan por México como destino de inversión y recreación.
En COPARMEX y CNET reiteramos nuestro compromiso de colaborar con todos los niveles de gobierno y el sector privado para salvaguardar la reputación internacional de México, reforzar la seguridad y promover el turismo como una prioridad nacional.
Proteger la imagen de México no es solo una cuestión de orgullo nacional: es un compromiso con el desarrollo, el empleo y el bienestar de millones de familias.