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Mensaje del expresidente de Coparmex Nacional, José Medina Mora, Asamblea de Coparmex Nuevo León 2025

La colaboración entre el sector empresarial y el gobierno es fundamental para el desarrollo de los países. Saludo a Samuel García Sepúlveda, gobernador de Nuevo León, y en su nombre a todas las personalidades que nos acompañan.

Misión cumplida, Gabriel. Debes estar muy orgulloso con lo logrado en Coparmex Nuevo León. Lo estamos en Coparmex Nacional, y además me da mucho gusto saber que seguirás colaborando en Coparmex Nacional con esta función tan importante: cómo logramos la relación de las grandes empresas y los centros empresariales. Muchas felicidades.

Bienvenido, Roberto, al trabajo por el bien común. Creo que tu discurso refleja ese pensamiento tan claro que tienes de lo que nos toca hacer a las empresas: ese desarrollo inclusivo, el lograr el bienestar de nuestros colaboradores. “Empresa Contigo” no es solo un programa de Coparmex Nuevo León, sino ahora un programa de Coparmex Nacional, porque estamos convencidos de que para lograr un mejor México, donde vemos pobreza y desigualdad, tenemos que actuar.

Esa pobreza y desigualdad se reflejan en las empresas. Entonces, tenemos una tarea muy específica en las empresas para lograr disminuir esa desigualdad: ayudar a nuestros colaboradores a salir de la pobreza educativa, financiera, patrimonial y de salud. Solo así podremos salir como país y recuperar la democracia, las libertades, la ética y la integridad para cerrarle el paso a la corrupción.

Bienvenido, cuentas con todo el respaldo de la confederación.

Para mí es un honor estar de nuevo hoy en Monterrey en esta Asamblea de Coparmex Nuevo León. La verdad, pensé que hace un año iba a ser la última vez que estaría con ustedes, pero por la generosidad de nuestro nuevo presidente nacional, Juan José Sierra Álvarez, que me pidió representarlo el día de hoy, aquí estoy.

Anoche estuvo con nosotros en la cena con la Comisión Ejecutiva y me pidió estar presente. La verdad, no esperaba esta invitación, pero para mí siempre es un honor estar con ustedes en Monterrey.

Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Aquí se fundó Coparmex hace 95 años. En la celebración de septiembre pasado reconocimos que las empresas fundadoras son regiomontanas. No solo el fundador, don Luis G. Sada, sino también los empresarios que desde aquí, en Nuevo León, fueron conscientes de lo que había que hacer para defender al país.

Ustedes en Nuevo León han sabido levantar la voz. Lo que empezó aquí hace 95 años hoy ha dado como resultado que tengamos centros empresariales de Coparmex en 71 ciudades, más 17 delegaciones y representaciones, lo que nos lleva a estar presentes en 105 ciudades de la República.

Eso es algo de lo que ustedes deben sentirse muy orgullosos, porque aquí se sembró la semilla.

Rescato una anécdota: en la entrevista con don Alejandro el año pasado, nos compartió que conoció a nuestro fundador y nos dio mucha información que no teníamos documentada en la historia de Coparmex. Don Luis G. Sada tenía una visión social anticipada.

¡Qué falta nos hace a los empresarios de hoy en día tener esa visión social anticipada que tenía don Luis G. Sada!

Si la tuviéramos, podríamos resolver los retos internacionales, como las amenazas de aranceles, pero también resolver los problemas nacionales. Tenemos que hacer nuestra parte.

Trump, como candidato y como presidente, ha sido muy claro en sus cuatro prioridades:

  1. Migración
  2. Tráfico de drogas (especialmente fentanilo)
  3. Intercambio comercial (derivado del T-MEC)
  4. Participación de China en la economía

En mi reciente visita a Washington, en el contexto de la toma de posesión del presidente Trump, fue claro que este segundo periodo será muy diferente. Miembros de su gabinete, como Ted Cruz y Christopher Landau, mencionaron que ahora tienen control sobre los estados bisagra, la Cámara Alta, la Cámara Baja y el voto popular.

Esto significa que vienen empoderados, y eso cambiará la relación no solo con México, sino con todo el mundo.

Christopher Landau nos comentó que las embajadas recortarán la mitad de su personal y eliminarán todos los programas de ayuda en otros países. Un ejemplo: hay un programa de ayuda a mujeres en la sierra de Oaxaca que será cancelado, porque según su visión, corresponde a México financiarlo.

Le pregunté si seguirían respaldando a “Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad” a través de USAID y respondió que no, porque consideran que el programa tomó un giro político.

El cierre de estos programas afectará temas de salud y poblaciones vulnerables en todo el mundo. Enfermedades que habían dejado de propagarse podrían regresar debido a la falta de estos programas.

Además, medirán a sus embajadores según la reducción del déficit comercial entre EE.UU. y el país donde están asignados, cómo las empresas estadounidenses ganan licitaciones y cómo las empresas extranjeras invierten en EE.UU. Es un enfoque totalmente comercial que cambia la geopolítica.

Debemos entender que estas amenazas hacia México no son exclusivas para nuestro país, sino que impactarán al mundo entero.

En particular, hay que prestar atención a las cuatro prioridades mencionadas por Trump. Tenemos que hacer nuestra parte.

En el tema migratorio, México ha trabajado en poner orden. Ya no vemos campamentos en el Río Bravo, sino un tránsito más ordenado. Sin embargo, muchas de estas medidas han sido canceladas.

El tráfico de drogas ha causado un enorme daño en EE.UU., y debemos colaborar para reducirlo.

En comercio, México ha crecido gracias al T-MEC y se ha convertido en el principal socio de EE.UU. Sin embargo, el presidente Trump continuará usando amenazas de aranceles como herramienta de negociación.

Cada mes habrá una revisión y debemos estar preparados.

Desde Coparmex hemos impulsado empleo para migrantes con calidad de refugiados, ya que tenemos falta de mano de obra. También trabajamos para dar empleo a los mexicanos repatriados.

En seguridad, estamos viendo avances, como la incautación de laboratorios y la extradición de capos solicitados por EE.UU.

En nuestras conversaciones con empresas extranjeras, identificamos tres factores que frenan la inversión en México:

  1. Seguridad
  2. Incertidumbre jurídica
  3. Falta de energía limpia

En 2023, la inversión extranjera directa fue de 37,000 millones de dólares, pero el 92% provino de reinversión de utilidades, no de nuevas inversiones.

Si resolvemos estos tres factores, podríamos atraer hasta 65,000 millones de dólares en inversión extranjera directa.

El país no cambió el 2 de junio con la elección, sino con la decisión del INE de otorgar una mayoría calificada al partido en el poder y sus aliados. Con el 54% de los votos en la Cámara de Diputados, obtuvieron el 72% de los escaños en el Congreso.

Esto representa un cambio profundo en el país, y ya lo hemos visto reflejado. La reforma al Poder Judicial se aprobó por primera vez en 40 años sin contar con los votos de la oposición, sin escuchar a los expertos y sin tomar en cuenta a la ciudadanía. Luego vino la eliminación de los órganos autónomos y, más recientemente, la reforma al Infonavit.

En esta última, el sector empresarial y los trabajadores se unieron en defensa de los recursos que les pertenecen. Durante 53 años, el gobierno no ha aportado un solo peso al Infonavit, pero ahora, con la reforma, ha tomado el control de la institución y de los recursos de los trabajadores. Esto es preocupante, porque la función del Infonavit era proteger e invertir esos recursos para garantizar un buen rendimiento, asegurando que los trabajadores pudieran utilizarlos para su vivienda o su retiro. Con este cambio, veremos cómo el patrimonio de los trabajadores se deteriora.

Sin embargo, esta situación también ha traído un beneficio importante: la colaboración entre los organismos del sector empresarial y los sindicatos de trabajadores. Una alianza de esta magnitud no se veía desde hace 30 años, en los tiempos de Carlos María Abascal y su encuentro con Fidel Velázquez, cuando se firmó el Acuerdo para una Nueva Cultura Laboral.

Hoy estamos iniciando una “Nueva Cultura Laboral 2.0”, no solo para defender al Infonavit, sino porque tenemos la responsabilidad de proteger y apoyar a nuestros trabajadores. Debemos trabajar juntos en un desarrollo inclusivo, como bien mencionabas, Roberto.

Las empresas tienen un papel clave en esta transformación. Si cada uno de nosotros volvemos la mirada hacia nuestros colaboradores, especialmente aquellos que ganan menos, podremos marcar una verdadera diferencia. Es a ellos a quienes debemos apoyar con mejores salarios, con oportunidades para salir de la pobreza educativa y con acceso a mejores condiciones de salud.

Solo así construiremos el México que anhelamos: un país más justo, más libre, democrático y en paz.

Enhorabuena, Roberto. Muchas felicidades y recuerda que cuentas con todo el apoyo de la confederación.

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