Por Luis Durán, Presidente de la Comisión de Educación de Coparmex, escrito para El Sol de México.
En América Latina, el bono demográfico se está agotando y la población envejece más rápido que en el resto del mundo. De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la tasa de dependencia se encuentra en el punto más bajo de los últimos 100 años en Latinoamérica. Alcanzar el 20 por ciento de adultos mayores tardó entre 50 y 75 años en países europeos. En México, este incremento se producirá en 22 años.
Aunado a que la esperanza de vida va en aumento y las tasas de natalidad han disminuido. Estas tendencias demográficas tienen profundas implicaciones, desde el punto de vista laboral estos cambios impactan el futuro del mercado.
Con el incremento de adultos mayores, es necesario aumentar la edad de jubilación para darle viabilidad al sistema de pensiones. Eso implica que el mercado laboral debe darles oportunidades de empleo a los trabajadores de mayor edad, como en Japón. El reporte del BID también predice que se registrará un cambio en demanda de ocupaciones como en los servicios médicos, cuidados y atención a personas mayores.
Asimismo, para prolongar la vida laboral de las personas, la educación continua cobrará relevancia. Esto es desafiante para personas mayores, que con frecuencia no son valoradas y que se sienten poco incentivadas por aprender nuevas habilidades dadas las bajas probabilidades de conseguir un trabajo digno.
Aunque es un tema poco abordado, existen recomendaciones para reeducar a personas mayores. Como realizar una campaña de revalorización del rol y cambiar el paradigma de que su vida activa termina a los 60 o 65 años, se requiere expandir la oferta educativa de cursos enfocados a las necesidades de aprendizaje de personas mayores, para formarlos con las habilidades que requiere el entorno. Si bien la tecnología puede ofrecer nuevos horizontes profesionales para adultos mayores, estos grupos pueden ser desplazados por la misma, por lo que los programas de educación digital para adultos mayores son indispensables para cerrar la brecha generacional y prolongar su vida productiva.
En Singapur, por ejemplo, desarrollaron una plataforma en línea llamada My Skills Future Portal, que ofrece herramientas y recursos que permiten a sus habitantes de cualquier edad comprender la información del mercado laboral, y acceder a oportunidades de empleo y ofertas de formación. Esta plataforma incluye una sección diseñada para apoyarlos a reeducarse para conseguir empleo y sus resultados han sido muy positivos.
Debemos pensar en formas creativas para extender la vida productiva de las personas. Cada vez existen más instituciones, universidades y empresas que ofrecen cursos orientados a esta población, lo cual es un gran avance. La mejor manera de ser un país con inclusión es preparando a todos para mantenerse productivos a lo largo de su trayectoria profesional.
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